Aristóteles
Filósofo y naturalista griego, discípulo crítico de Platón. Fundó el Liceo y fue preceptor de Alejandro Magno. Crea el primer gran sistema filosófico. Trata específicamente de cuestiones como la ética, la lógica, la política, la psicología, la física o la metafísica. Su perspectiva y método son eminentemente naturalistas, si bien otorga una preeminencia a la capacidad intelectual del alma. El alma, como tal, no era para él inmortal y no hay acuerdo sobre si para Aristóteles una de sus funciones (el intelecto agente) puede considerarse imperecedero.
Su obra fue la principal referencia de la filosofía occidental, judía y árabe de la primera Edad Media, sobre todo en lo que concierne a la ética y a la metafísica. Todavía hoy día su teoría de las virtudes es asumida por muchos filósofos.
(De ...)
La crítica a la teoría platónica de les ideas y la división de las ciencias
La filosofía de Aristóteles se presenta, casi desde el primer momento, como una crítica sistemática a la teoría de las ideas platónicas y un intento de sustituir la visión idealista platónica por una especulación de signo realista basada en el sentido común y la experiencia. Su división y estructuración del saber, que influirá durante siglos, es ya sintomática: el saber es múltiple y no se funda en principios únicos; no existe una sola ciencia dialéctica (como en Platón), sino que cada campo del saber tiene sus propios principios.
Todo conocimiento (episteme) es, según Aristóteles, práctico (episteme praktiké) , productivo (episteme poietiké) o teórico (episteme theoretiké)
(Metafísica, 1025b). El saber productivo es la técnica de saber hacer cosas, como el arte, la agricultura, la retórica y la poética. El saber práctico es el saber que mejora la conducta humana: la ética y la política. El saber teórico no tiene otro objeto que la búsqueda de la verdad, en uno mismo y en las cosas. Esta triple división permite una muy razonable clasificación de las distintas ciencias: lógica, física, psicología, biología, política, ética, etc., y ante todo la filosofía primera, la posteriormente llamada metafísica, creada por Aristóteles y que pretende ser un tipo especial de saber, cuyas vicisitudes marcarán la historia cultural de occidente.
Al saber -del que dice Aristóteles que todos los hombres por naturaleza desean saber
(Metafísica, 980a)-, en su forma de conocimiento teórico, lo llama ciencia.
Tres son, según él, las ciencias teóricas: la matemática, la ciencia de la naturaleza y la filosofía primera. A esta última atribuye como objeto propio el estudio de las sustancias separadas e inmutables; a la física incumbe el estudio de los objetos separados, pero sujetos a movimiento y cambio, y a la matemática los objetos sólo separables de la materia por abstracción, pero no sujetos a movimiento y cambio. Y este triple objeto de estudio indica que lo que se llama realidad lo es en diversos sentidos. A la filosofía primera la considera ciencia divina, teología, y la define como ciencia del ser en cuanto ser
, porque se interesa sólo por un único aspecto de las cosas: en cuanto son o existen. De la matemática se ocupa poco Aristóteles (lo hacía la Academia de Platón), pero de ella toma la estructura axiomática como modelo de conocimiento, y se interesa más bien por lo vivo y dotado de movimiento.
El punto de partida es, por un lado, la observación de que es innegable el cambio y la alteración en las cosas -el problema de los presocráticos- y, por el otro, la convicción de que sólo hay conocimiento verdadero de lo inmutable. ¿Cómo puede haber, pues, un verdadero conocimiento de la naturaleza?
La filosofía primera
(metafísica - ontología), la teoría de la sustancia y las categorías
Las causas no son sólo explicaciones del cambio; pertenecen en cuanto aspectos de las cosas a la estructura de la realidad: son las líneas maestras por las que transcurre la comprensión del universo. En la psicología aristotélica, el hombre aparece como ser capaz de comprender todo el universo y de tender a ello llevado por el ansia de saber. Esta comprensión del universo como un todo requiere la consideración de las cosas en aquello que hay de más general: meramente en cuanto existentes; atenerse a esta consideración es investigar la realidad sólo como tal realidad. A esta investigación llama Aristóteles ciencia del ser, o filosofía primera, y la tradición, metafísica o bien ontología, y a ella incumbe la investigación de las causas primeras de lo que es, en tanto que algo es
.
Lo que aparece a la vista del entendimiento, cuando contempla la realidad sólo en cuanto es, es la sustancia (ousía), o entidad. El mundo es, metafísicamente hablando, un todo estructurado de sustancias o de modos de la sustancia (accidentes), y sustancia o entidad es, primariamente, la esencia y el individuo compuesto de materia y forma (hilemorfismo); hay muchas maneras de ser y de decir que algo es
, pero todas se dicen con relación a una sola, que es la entidad o sustancia. Bajo la constante inestabilidad de todo lo existente, puesta en claro por la física, la metafísica halla puntos sólidos donde fundar el conocimiento: lo que Aristóteles llama sustancia, entidad, esencia, ousía, con un doble sentido fundamental: como qué es
(aspecto lógico, reducible a lo inteligible: forma o esencia) y como aquello que es
(aspecto ontológico, reducible al ser individual: acto); lo uno es lo otro, porque la forma o esencia no puede existir sino actualizada. La metafísica, la ontología, mira en perspectiva, buscando el conocimiento más allá de los individuos y las cosas concretas: Si nada hay aparte de los individuos, nada habrá inteligible, sino que todas las cosas serán sensibles, no habrá ciencia de nada, a no ser que se llame ciencia a la sensación
.
Las sustancias, o entidades, son de tres clases: dos físicas (corruptible una, como las plantas y los animales, e incorruptible y eterna la otra, pero móvil, como los astros del cielo) y una inmóvil y eterna; sin ésta, aquéllas no existirían.
Las categorías, el cambio sustancial y los cambios accidentales
Si ahora unimos la teoría hilemórfica (unión de materia y forma), la teoría general del cambio, las cuatro causas, la doctrna de la sustancia y volvemos a insistir en que no pueden existir separadamente materia y forma, ni potencia y acto, ni una sustancia sin esencia, entenderemos la tesis aristotélica según la cual el ser se dice de muchas maneras
.
Es decir, sea, por ejemplo, una sustancia S (un hombre, por ejemplo). Esta sustancia S ha de tener necesariamente algunas determinaciones, la más fundamental -en este caso- es que S es un hombre. La propiedad ser hombre
es la que caracteriza esencialmente a S. Por tanto S es la sustancia primera, mientras que la propiedad P (ser hombre
) es la esencia que determina esencialmente a S. Ahora bien, esta S que es P (esta sustancia individual, existente y que existe siendo un hombre) también puede tener otras determinaciones. Por ejemplo, puede ser alto (cantidad), blanco (cualidad), estar aquí (lugar), en este momento (tiempo), estar escuchando a alguien (pasión), o haciendo alguna actividad (acción), etc. Así, las propiedades P que determinan S son las diversas formas de ser lo que es. A estas diferentes formas de ser lo que es Aristóteles las llama categorías.
La esencia o sustancia segunda (deutero ousia) determina plenamente la sustancia primera (proto ousia). Si cambia esta categoría entonces se produce un cambio sustancial. Por ejemplo, si un hombre muere, entones esto le afecta sustancialmente y deja de ser un hombre.
Las categorías de cualidad, cantidad, acción, lugar, etc., son los accidentes, que pueden cambiar sin afectar plenamente la sustancia primera. En este caso se trata solamente de un cambio accidental. S sigue siendo un hombre aunque cambie de lugar, o que crezca, etc.
Con estas categorías Aristóteles clasifica las cosas según la manera de decirse de un sujeto
(ámbito de la lógica) y según el estar en un sujeto
(ámbito ontológico). Así, pues, la S del ejemplo, ontológicamente es la sustancia (sub-stans) o ousía, mientras que desde el ámbito de la lógica y del lenguaje es el sujeto (sub-iectum).
El primer motor y la concepción teleológica
Todo en el mundo es actividad y movimiento, ya sea que mire el mundo como un conjunto de cambios de forma en un sustrato material, ya sea que se mire como un conjunto de tránsitos de la potencia al acto. La armonía del mundo es una sucesión de cambios de forma y sucesivas actualizaciones de potencialidades, sólo explicable si hay una primera sustancia cuya esencia es movimiento sin ninguna clase de potencialidad. A este primer moviente llama Dios, porque es eterno, entidad y acto, que mueve sin moverse
como lo deseable e inteligible
, que mueve en tanto que amado
, es necesario, perfecto y absolutamente es como es
; de él penden el Universo y la Naturaleza; su actividad es placer
, vida, pensamiento, de modo que entendimiento e inteligible se identifican
. Así describe a Dios Aristóteles en el libro 7 (XII) de la Metafísica y en el libro VIII de la Física: como principio, mejor como centro, del movimiento del mundo, porque a él tiende todo como tienden las cosas hacia un fin, porque mueve como hace lo deseable e inteligible. En el universo entero hay finalidad (teleología), no porque el primer moviente tienda a algo o mueva con vistas a algo
, sino porque él es para bien de algo
. De lo contrario, todo procedería de la noche
, esto es, del Caos. Esta finalidad es lo que Aristóteles llama el Bien del universo, que se expresa en el orden del universo, y se logra por el hecho de que todas las sustancias tienden
a realizar, a actualizar, todas las potencialidades de su propia forma.
El orden del mundo es el encadenamiento de la actividad de las sustancias, compuestas de materia y forma, que despliegan sus posibilidades o capacidades de acuerdo con su esencia. La entidad, la sustancia (la forma), es el origen del movimiento o actividad de cada cosa, igual como la sustancia primera lo es de todo el universo. Por su forma tienden el fuego y el aire a la periferia del universo y la tierra y el agua al centro; la planta y el animal, por su forma, empiezan y terminan el movimiento en sí mismos (finalidad inmanente) y, por su esencia, su sustancia o su forma, tiende el hombre a su actividad racional (finalidad consciente).
La cosmología y las ciencias naturales
La astronomía y cosmología aristotélica son completamente especulativas, y mucho menos deudora de la observación y la experimentación que en cambio sí están presentes en su biología. La cosmología aristotélica va ligada a la teología y a la doctrina del motor inmóvil. La tierra, permanece inmóvil en el centro del universo, el cual se compone de cincuenta y nueve esferas concéntricas. Distingue entre un mundo sublunar (comprendido por la Luna y la Tierra y formado por cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego) y un mundo supralunar, que abarca los diferentes planetas y las estrellas. Sólo en el mundo sublunar hay cambios cualitativos y sustanciales. Los cuatro elementos se mueven tendiendo (según la concepción teleológica o finalista) hacia su "lugar natural": los pesados (tierra y agua) hacia el centro y los ligeros (aire y fuego) hacia la esfera exterior. La incorruptibilidad de los cuerpos superiores a la Luna (compuestos de un quinto elemento o quintaesencia: el éter) y la perfección de su movimiento esférico son prueba de su carácter divino. Cada esfera se mueve por el impulso de la inmediata superior. La más alta, la esfera de las estrellas fijas, se mueve en virtud de un primer motor inmóvil, Dios. Este motor es inmaterial y no actúa físicamente, sino como objeto del deseo, pues los astros son entidades animadas de inteligencias superiores. Dios, pero, a diferencia de las concepciones judeo-cristianas, no es creador; el universo ha existido siempre, y en virtud de la teoría hilemórfica podríamos decir que la materia no se crea ni se destruye, sino que sólo cambia de forma, es decir, se transforma.
Tal como hemos dicho antes, Aristóteles es considerado el padre de la zoología. Mencionó unas 500 especies de animales diferentes (prácticamente no se ocupó de la botánica, ciencia a la que, en cambio, se dedicó su discípulo Teofrasto). También recogió muchos testimonios de viajeros e incluso leyendas a veces fantásticas. Sus obras zoológicas más importantes tratan de la anatomía, de la generación y de la clasificación de los animales. En estos campos hizo notables descubrimientos (carácter mamífero de los cetáceos, distinción de los peces óseos de los cartilaginosos, etc) y precisas observaciones (desarrollo embrionario del pollo, del pulpo y del calamar, descripciones anatómicas de muchos animales, etc). Es especialmente importante su labor de sistematizador. Dividió a los animales en dos grupos: los animales con sangre, nuestros vertebrados, y los animales sin sangre, nuestros invertebrados. Muchos de los subgrupos que estableció y llamó (pájaros, insectos, crustáceos, equinodermos, moluscos, etc) son todavía válidos. En la base de la escala biológica admitía la generación espontánea.
La psicología
Para Aristóteles la psicología (entendida como estudio de la psique o alma en traducciones posterior) es inseparable de la biología. Para Aristóteles el alma debe entenderse a partir de su teoría hilemórfica y de su teoría del acto y la potencia: el alma, aquello por lo que primariamente vivimos, sentimos y entendemos
, es sustancia porque es la forma del cuerpo que está en potencia de vida (El alma es la entelequia primera de un cuerpo natural que posee la vida en potencia
, De anima, 412A-b) y, por tanto, del mismo modo que la materia no puede existir sin forma, ni el acto sin potencia, el alma no puede existir sin el cuerpo, razón por la cual no puede ser inmortal. El alma es concebida como acto (de los cuerpos que poseen la vida en potencia), y como forma (desde la perspectiva hilemórfica, es la forma del cuerpo material). Así, en cuanto que acto, el alma es forma, y en cuanto que forma es sustancia, en el sentido de la forma de un cuerpo que posee la potencialidad de la vida. Algunos seguidores suyos, como Alejandro de Afrodisia o, posteriormente, Averroes y los averroístas, sustentaban abiertamente que, ya que el alma no es separable del cuerpo, no hay inmortalidad individual.
En tanto que el alma es forma de un cuerpo que posee la potencialidad de la vida, no es privativa de los animales superiores: es principio de vida en general. Hay que distinguir varios tipos de alma:
- la nutritiva, propia de las plantas;
- la sensitiva, propia de los animales, y
- la racional, propia de los hombres.
Dado que entre cuerpo y alma se encuentra la relación de materia a forma, cuerpo y alma no pueden ser concebidos separadamente. El alma no tiene partes, sino facultades. Las plantas no tienen sensibilidad porque tampoco tienen movimiento ni deseo.
Cada sentido capta las cualidades sensibles propias (color, olor, etc), pero hay cualidades sensibles comunes que no son captadas por un solo sentido (movimiento, forma, etc). La actividad específica del alma humana es el pensamiento, que procede a partir de las sensaciones. La facultad intelectiva tiene dos aspectos: el intelecto pasivo o paciente, que asimila las formas inteligibles, pero éstas no aparecen inmediatamente en virtud de la sola actividad sensible: necesitan la elaboración del intelecto activo (agente), que es común para todos los hombres.
Ética
El hombre es el único ser del universo que desarrolla de un modo racional la expresión del orden, o desarrollo de todas las capacidades que le brinda su esencia: mediante el conocimiento, en el terreno de la racionalidad teórica, captando de forma abstracta y conceptual la verdadera naturaleza de las cosas, y mediante la conducta moral, en el terreno de la racionalidad práctica, con el desarrollo de todas las potencialidades del alma con las que desea el bien. La vida propiamente humana es la vida ética y ésta consiste en el cultivo de las virtudes éticas y las dianoéticas: en la actividad (praxis) conforme a la virtud más excelente y según lo mejor que hay en el hombre (ver texto ); y también en ello consiste la felicidad y, por esto, la ética y la política son la realización del fin (telos) de la naturaleza humana (ver eudemonismo).
Lógica
A la fundación de la lógica debe Aristóteles buena parte de su merecida fama de ser uno de los principales pensadores de la humanidad. La lógica se convierte, con él, en ciencia formal e instrumento (Órganon) del conocer. Tal como la concibe, es fundamentalmente una lógica de predicados, o términos, que ha recibido el nombre de silogística, puesto que su objetivo es el estudio del silogismo. El lugar e importancia que ocupa la inferencia deductiva en la lógica de Aristóteles está plenamente de acuerdo con el carácter de plena inteligibilidad que otorga al mundo: se manifiesta ésta no sólo en lo que el hombre puede conocer de forma inmediata sino también en la posibilidad de fundar en un sistema deductivo, que descansa en los primeros principios del pensamiento, todo el entramado de afirmaciones posibles acerca del mundo.
La lógica aristotélica no es un método deductivo completo y se basa sólo en el análisis de cuatro tipos de enunciados, los llamados enunciados categóricos, de modo que las inferencias que permite son de un tipo determinado. Pero da en el núcleo del sentido de la lógica al concebirla como un instrumento para conocer qué son las cosas y por qué son las cosas, por lo menos en el mundo de las categorías en que se movía mentalmente Aristóteles (ver cita). La estructura del enunciado categórico (Sócrates es filósofo
) manifiesta que hay cosas que son sustancialmente (ser Sócrates
) y otras que son accidentalmente (ser filósofo
), según el lugar que ocupan en el enunciado, como sujeto o como predicado. El porqué de las cosas, su causa, se manifiesta en las inferencias. Los porqués
derivan de la propiedad que tienen las sustancias de determinarse por múltiples accidentes; en este supuesto, indagar el porqué es preguntar la razón por la que unos accidentes, y no otros, pertenecen a una determinada sustancia. Un razonamiento deductivo, en forma silogística, pone de manifiesto las relaciones entre la sustancia y sus modificaciones.
Un buen ciudadano ha de obedecer las leyes de la ciudad Sócrates es un buen ciudadano
Sócrates ha de obedecer las leyes de la ciudad0
Sócrates puede obedecer o no las leyes de la ciudad, y para saberlo es útil un buen razonamiento. Pero para saber algo inmediato, quién es Sócrates o qué significa ser un buen ciudadano
, habrá que recurrir no a la deducción, o a la relación accidental entre sustancias, sino a la investigación empírica, esto es, a la inducción.
Aristóteles estudió la demostración formal en los Analíticos primeros, y la demostración científica, aquella que parte de premisas consideradas verdaderas, en los Analíticos segundos. La lógica aristotélica, aunque limitada en cuanto al tipo de inferencias que pueden hacerse, era no obstante rigurosa y estaba en consonancia con los objetivos que perseguía su filosofía. Junto con la lógica de enunciados de los estoicos, ha constituido la base de la lógica tradicional.
Acto y potencia
Doctrina metafísica de Aristóteles, según la cual todas las cosas materiales se componen de dos maneras del ser, que son el acto (enérgeia) y la potencia (dýnamis). El acto, o entelequia (entelékheia), es la actualidad de una cosa o de un ente (on) y significa realización y perfección, mientras que la potencia es pura posibilidad de ser algo. En las cosas materiales, la materia (hýle) es la potencia y la forma (eidos), el acto o entelequia, y el compuesto de materia y forma es también un compuesto de potencia y acto. Con la concepción de la sustancia material como un compuesto de materia y forma, o de potencia y acto, explica Aristóteles no sólo la composición interna de las cosas materiales, sino también el problema del devenir o del cambio (metabolê o kýnesis).
Lo que cambia pasa de la potencia de ser algo al acto de serlo, de tal manera que la potencia no debe entenderse como si fuera la nada o el no-ser, sino una sustancia precedente que, respecto de la posterior es su potencia. La materia crisoelefantina con la que el escultor Fidias construye la Atenea del Partenón es la potencia, oro y marfil, que se actualiza en Atenea estatua, la cual a su vez es la perfección que lleva al acto, a existir de otra manera, a la materia primitiva que, por ser esculpible, se hallaba sólo en potencia de ser estatua o alguna otra cosa. La estatua no surge de la nada, sino de un sustrato anterior, que respecto de aquélla es su materia, pero que, independiente de ella, es la sustancia material del oro y el marfil. El cambio, que es la actualización de una potencia, siempre ocurre sobre un sustrato preexistente, el sujeto del cambio, que es
aquello de donde y aquello de lo cualproviene una cosa.Las sustancias no materiales, que no cambian, no son compuestos de materia y forma, o de acto y potencia. Por ejemplo, el primer motor.
(De Enciclopedia Herder Una gran base de conocimiento en humanidades, en
https://encyclopaedia.herdereditorial.com/wiki
)
Materia y forma en Aristóteles
La materia es aquello con lo cual se hace algo; la forma aquello que determina la materia para ser algo, esto es, aquello por lo cual algo es lo que es. Así, en una mesa de madera la madera es la materia de la cual está hecha la mesa, y el modelo que ha seguido el carpintero es su forma. Desde este punto de vista, la relación entre materia y forma puede ser comparada con la relación entre potencia y acto. En efecto, siendo la forma
lo que lo que existe es, la forma será la realización de lo que era potencialmente. Ahora bien, es conveniente distinguir entre los dos pares de conceptos mencionados.Mientras la relación materia-forma se aplica a la realidad en un sentido muy general y, por así decirlo, estático, la relación potencia-acto se aplica a la realidad en tanto que esta realidad está en movimiento (es decir, en estado de devenir). La relación potencia-acto nos hace comprender cómo cambian (ontológicamente) las cosas; la relación materia-forma nos permite entender cómo están compuestas las cosas. Por este motivo, el problema del par de conceptos materia-forma es equivalente a la cuestión de la composición de las substancias y, en rigor, de todas las realidades.
(José Ferrater Mora, Diccionario de filosofía, Alianza Editorial, Madrid, 1979)
El potencial de la materia es lo que más adelante llamo posibilidad teórica, su potencial en razón de su naturaleza, mientras que el potencial de su forma actual, más inmediato, se corresponde con la posibilidad práctica. Por ejemplo la posibilidad práctica de un anzuelo es utilizarlo para pescar, a la vez que el metal de que está forjado contiene o encierra muchas más posibilidades en tanto que material, sus posibilidades teóricas.
En economía algunos bienes, los artículos de consumo, son principalmente posibilidad práctica, es decir que están destinados al consumo inmediato, mientra que otros constan de posibilidad teórica, como las materias primas y las herramientas (recursos), porque ofrecen muchas posibilidades no inmediatas según se transformen.