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Elementos de la comunicación: nombres, cantidades y textos

Cuando transmitimos información empleamos o manejamos tres tipos de entes:

• nombres: los utilizamos para designar seres, objetos, fenómenos etc. Normalmente los nombres son sustantivos: Júpiter, incompatibilidad, agua. ¿Qué decir de los casos en que lo mismo se puede designar o mediante un sustantivo o mediante un verbo?

  La esencia de un nombre es significar un objeto o fenómeno de entre muchos, infinitos o no. Técnicamente, el conjunto de todos los nombres es numerable. Por ejemplo, podríamos definir una correspondencia entre cada verbo de un idioma y los números naturales (es decir, los enteros positivos). No quiero decir que haya infinitos vergos en un idioma, si bien siempre podríamos inventar uno más y añadirlo.

  Para comprender esto mejor, imaginemos que en un texto sustituimos cada sustantivo por un número natural, más el número (singular o plural).

  Se metió tres canicas en el bolsillo

  se sustuiría por:

  Se metió tres [11]s en el [256]

  Alguien podría utilizar estas sustituciones para comprimir textos.

  Uno necesitaría establecer una correspondencia entre palabras y números naturales. En pseudocódigo:

  correspondencia<palabra, numero_natural>

• cantidades: pueden expresarse tanto mediante números enteros como mediante fraccionarios. El número de pelos de una cabellera se expresaría, de conocerse, mediante un número entero, mientras que el peso de una piedra o la velocidad instantánea de un tren mediante fraccionarios.

  Según la teoría atomista y, actualmente la Mecánica Cuántica, los números fraccionarios surgen porque elegimos unidades de medida arbitraria.

• textos: se construyen cuando una gramática combina nombres para construir significados complejos.