Urbano: residir en ciudades, vivir como en ciudades

El modo de vida urbano constituye un modelo considerado el más lógico. Presupone que la mayor parte de la población viva en ciudades o en núcleos de población y que una minoría produzca todo su alimento, ropa, vivienda etc. Si la mayoría de nuestro consumo fuese el alimento, nos resultaría un poco ridículo que el consumo mayoritario de la mayoría lo atienda una minoría de agricultores, ganaderos etc. dado que el modelo presupone que hay especialización y que cada trabajador especializado satisface la demanda de un bien o servicio en particular para muchos ciudadanos.

La ciudad cierra ciclos

Se supone que el modo de vida urbano conlleva o es susceptible de conllevar un consumo energético bajo y en general se consumiría poco y el Estado reciclaría mucho. Imaginemos una ciudad ecológica en la que las aguas negras (heces y orines) se descomponen salubremente, los desplazamientos son cortos y se realizan en transporte público y/o en vehículos eléctricos, la basura se clasifica y procesa convenientemente, las viviendas se construyen con un aislamiento térmico satisfactorio etc.