Monitos o immitadores

Recuerdo haber visto un poster de esos de decorar paredes de habitaciones que consistía en una fotografía detallada y a todo color de un taller de motor en el que todos los operarios eran chimpancés. (Bueno igual lo he soñado, hace ya demasiado de tiempo.) Llevaban puesta ropa de taller (monos), manejaban sus herramientas y adoptaban posturas y posiciones de mecánicos. Ni que decir tiene, resultaba bastante grotesco, o chusco según se mire. A partir de ahí he imaginado fotografías análogas sobre otros ámbitos, como una piscina de verano, un bar, un parlamento, una universidad, incluso un ejército. Si no se ha hecho ya, propongo sacar una serie completa de posters sobre todas las organizaciones con todos sus funciones desempeñadas por peludos chimpancés. Y también que esto es una especie de metáfora de cómo actúa la humanidad la mayoría de las veces, cómo en esencia no somos más que una banda de chimpancés potencialmente inteligentes y sensibles que han puesto unas normas y adoptado unos papeles, y que se hacen trizas los unos a otros.

Por supuesto que en momentos puntuales alguien deja de ser un mono y se comporta como una persona pero la mayoría de las veces seguimos un guión y desempeñamos jueguecitos aunque raramente lo reconozcamos.

De hecho el que lleva el albergue en que me hospedo (el que tiene la concesión) es joven y una tarde de domingo había citado a sus amigos en el comedor y estaban jugando a un juego de mesa llamado Magic the Gathering. Lo que más me llamaba la atención es que las cartas eran obras de arte, sí, pero carísimas. Y uno necesitaba un taco potente para poder participar con éxito en torneos. De modo que habían venido unos chicos con sus maletines comprados con valioso material y se habían sentado a jugar por parejas. Por lo demás alguien o algo había decidido cómo se jugaba cada carta y demás reglas.

Y todos estos juegos salen carísimos en recursos económicos, en tiempo e incluso en bienestar del planeta y sus habitantes, sin que casi nadie proponga otra manera de hacer las cosas que suponga dejar de jugar y punto.

Un juego muy sintomático también es el del Monopoly, que por cierto en inglés significa monopolio. Uno va adquiriendo unas casillas llamadas calles tales que cada vez que caes en una tienes que pagar al propietario correspondiente. Como cuando te das cuenta el domingo que te has quedado sin pan, vas a la gasolinera y te cobran el doble o el triple que en el supermercado, lo pagas o desayunas arroz.

Es posible que en tiempos de Platón y Aristóteles, es decir muy al principio de la civilización, no se hubiera sentido apropiada esta metáfora de los monitos, y por eso no se lo plantearon y la mayoría de la gente igual piensa, mira, ni Platón ni Aristóteles lo trataban, luego no debe de ser tan importante ni relevante.

Una de las causas de que hoy en día se juegue más es porque podemos permitirnoslo dado que casi todo lo que consumimos lo producen máquinas o lo recolectan trabajadores marginales. No sé, se me ocurre.

De modo que volvemos o volvamos a imaginar esta fotografía de un taller de vehículos, o un hipermercado, o un ayuntamiento, o una obra de carretera etc. que después de quitarnos unas supuestas gafas vemos que en realidad sus empleados son chimpancés disfrazados venidos cada cuál de una o varias bandas de monitos que andaban por los árboles expurgándose, huyendo de los leopardos y comiendo animales minúsculos y recolectando frutos, y que en algún momento al final de la jornada se quitan el disfraz y vuelven a ser el chimpancé de antes.

Igual no os gusta o no aceptáis lo que digo. De modo que diré otra cosa. La variedad genética de la especie humana es relativamente pequeña. He puesto en el buscado de google: "genetic diversity of humans due to a bottleneck" y me sale que, en efecto, nuestra especie, o mejor dicho subespecie dado que los neanderthales son una subespecie de una misma especie, pasó por dós reducciones drásticas (cuasi-extinciones) y que en esos dos momentos hubo muy pocos seres humanos viviendo a la vez y por tanto aportando variedad genética. Quiero decir que probablement encontremos más variedad genética entre los chimpancés de esas fotografías.

Es cómo cuando viajamos a un país del tercer mundo y todos sus habitantes nos parecen iguales y sin embargo nos cuentan o observamos que algunos subgrupos maltratan a otros.