Sistemas

Un sistema está formado por varias partes interconectadas de tal modo que el conjunto sea algo más que la suma de las partes.

Un sistema pues es (1) un conjunto de partes o componentes (2) relacionados entre sí. La escritora e investigadora Donella H. Meadows añade que un sistema además (3) ha de tener una finalidad y, en efecto, al percibir un sistema tendemos a atribuirle una finalidad. Un tornillo por ejemplo está compuesto de cabeza y tronco fabricados con formas premeditadas, y en la medida en que la rosca encaja en una tuerca y se puede hacer girar tan sencillo objeto constituye un sistema con una finalidad también, la de sujetar.

Si toda relación del sistema se reduce a él mismo decimos que el sistema es cerrado, de lo contrario decirmos que es abierto. Un sistema abierto se relaciona con lo que desde él se considera el entorno. (En teoría de sistemas y en telecomunicaciones se suele representar el entorno mediante una nube.)

Los sistemas a su vez se dividen en concretos o materiales y abstractos. A veces un sistema abstracto se encierra tanto en sí mismo que deja de rendir cuentas a la realidad, aunque su objetivo en un principio fuera corresponderse con ella, fuera servir de modelo de la realidad.

Algunos ejemplos de sistema:

Por cierto, las ciencias son sistemas sin una finalidad práctica, mientras que las tecnologías son sistemas del mismo tipo pero con finalidad práctica.

Los tres primeros ejemplos constituyen sistemas concretos. Obsérvese que su finalidad les viene dada desde fuera. Los dos últimos son ejemplos de sistemas abstractos.

Algunos sistemas abstractos generan su propia finalidad así como mecanismos para medir su eficiencia y beneficio dado que así justifican su existencia ante el resto de la sociedad. Ejemplos: la economía (moderna), la escuela (moderna), la universidad... Crean una contabilidad o modo de evaluación para monitorizarse a sí mismos, o para justificarse ante el resto.

Llegado a cierto grado de complejidad, un sistema requiere que sus participantes e implicados mantengan una fé (creencias), no necesariamente de naturaleza metafísico-teológica, y ello porque:

  1. hay aspectos del sistema que no comprende bien

  2. acaba surgiendo lo bueno, lo justo, lo bello... la verdad

  3. los actores acaban teniendo que elegir, y toda elección moral se basa en creencias

Muchos sistemas contienen definiciones sesgadas, palabras irremisiblemente cargadas de connotaciones, las cuales imponen las reglas del juego y condicionan el resultado de las combinaciones lógicas de los elementos o términos del sistema. A menudo los significados de los vocablos presuponen cómo es o ha de ser el mundo. Pensemos en palabras tales como: guerra, adolescencia, empleo, moderno, droga... Los sistemas complejos comprenden además un vocabulario abstracto que los aleja de la realidad aún más. Pensemos en economía, sociedad, política, sexualidad, espiritualidad, comfort, nación...