Funcionamiento de un sistema
En Teoría de Sistemas un sistema mínimo está formado por conductos, almacenes o almacenamientos y flujos. Por los conductos se mueven fluidos
tales como substancias, datos, dinero, calor, amor e incluso objetos (como armas). En cada extremo de un conducto puede haber un almacén en el que crece o disminuye el nivel de alguno de los anteriores fluidos. Pero a diferencia de las otras substancias los datos o información no crecen en un almacén a costa de que disminuyan en otro.
Nos interesan en particular los sistemas autorregulados, es decir los que se corrigen a sí mismos por realimentación, la cuál es información sobre el funcionamiento del sistema que se emplea para ajustarlo. Son sistemas autorregulados naturales los seres vivos (homeostasis), los ecosistemas y el clima, y artificiales las organizaciones sociales, el aprendizaje y algunas máquinas complejas.
A menudo hay mecanismos, aparte de la realimentación, que regulan cómo fluyen los fluidos por los conductos. Si en un sistema no entra ni sale fluido se dice que funciona en circuito cerrado. De lo contrario funcionará en ciurcuito abierto.
Los almacenes del sistema constituyen su memoria, la huella de estados anteriores.
Un sistema de telecomunicaciones no contiene almacenes de cara a los usuarios y por tanto no recuerda estados anteriores en el sentido de que transmite datos o información según le entran.