Familia

Un hombre y una mujer se conocen y deciden vivir juntos. Tradicionalmente primero se casaban, lo cuál significaba poner a los dioses (o a cualquier otro ideal o causa) por testigos de su unión y comunicar su intención al resto de la sociedad.

A menudo fruto de esa convivencia venían hijos. La cama donde duermen los esposos o pareja se denomina tálamo. Se apagaba la luz y ocurría la concepción. Todas estas medidas en realidad garantizaban que la reproducción ocurriese en condiciones óptimas.

La relación entre matrimonio y reproducción se ha entendido de dos maneras diferentes:

En la familia moderna el perro se considera uno más de la familia. Lo cuál no lleva a adoptar ni siquiera a aspirar a un veganismo porque cada familia con perro se preocupa e interesa exclusivamente por su perro. De lo más miope.

Frente al individualismo imperante, para mucha gente la familia constituye una forma de salir de uno mismo.

En muchas sociedades muchos matrimonios eran concertados: los padres o parientes de ambos novios decidían o incluso negociaban la boda. A menudo se intentaba conservar o acrecentar algún tipo de riqueza o recurso, como el dinero (banqueros) o la tierra (agricultores y terratenientes), mientras que los pobres sólo aspiraban a mejorar genéticamente.

Los judíos y los árabes se han casado entre parientes muy cercanos (consanguineidad), mientras que la Iglesia Católica en general promovía la exogamia y llegó a prohibir los matrimonios en grado inferior al 17, a menos que se comprase una bula. Entre los árabes se considera un buen matrimonio entre una joven y su tío paterno.

El matrimonio y la moral sexual asociada se ha considerado una forma de opresión a la mujer, pero también puede reconocerse que si la mujer de alguna manera elige al marido, está ejerciendo un derecho reproductivo fundamental que a la mayoría importa mucho: con quién reproducirse. Por lo demás la monogamia y la fidelidad no son más que elementos de un orden que los seres humanos necesitamos para realizarnos.

En algunas sociedades se ha extendido la costumbre de reproducirse con diferentes parejas, lo cuál dificulta mucho el que los padres vivan cerca de sus hijos, ni siquiera antes de que salgan del nido y echen a volar por las Europas y Norteaméricas. Por otro lado tener hijos con varias parejas podría optimizar la reproducción al diversificarla. ¡Un verdadero lío!


Distinguimos entre familia heredada y familia propia. La familia heredada es la familia en la que nacemos y que nos viene dada: nuestros padres, hermanos, abuelos, tíos etc. La familia propia es la que formamos nosotros: cónyuge o pareja, hijos, hijastros etc.


En determinadas situaciones hombre y mujer se repartían las tareas de una misma empresa, sobre todo entre agricultores propietarios. Un trozo de tierra constituía su principal posesión, y con ella esperaban cubrir todas sus necesidades materiales.

Frente a este modelo surge el del ama de casa, probablemente ya en los Imperios Agrarios. El marido salía a trabajar, al campo de cereales, al mar o a la fábrica, mientras que la esposa se quedaba en el hogar cuidando de la numerosa prole, futura carne de cañón. Esta división en ganapán y ama de casa ha carectizado en modo de vida urbano en la anterior fase industrial.

Recientemente se ha impuesto un tercer modelo en el que las parejas y matrimonios no echan en falta tener hijos y practican una asociación sexual-económica. Al compartir vivienda y demás pueden permitirse un tren de vida más lujoso: coches, viajes al extranjero, restaurantes etc. El hastío y el vacío puede llevarles a practicar intercambios de pareja, mucho mejor que poner los cuernos unilateralmente.

Muchos adultos perciben o creen percibir que nuestras sociedades han entrado en un callejón sin salida en el que la automatización en general y la inteligencia artificial en particular eliminarán o anularán casi todos los puestos de trabajo, a la vez que la crisis ecológica nos condena a un mundo uniforme, abarrotado, tóxico y hambriento, lo cuál ha motivado la ideología de rehusar reproducirse.


La familia nos enseña cómo nos debemos tratar los unos a los otros. Empezando por las adopciones y terminando por la Gran Familia que deberíamos constituir los seres humanos, como enseñan las principales religiones. En familia aprendemos no sólo a tratar bien al hermano, sino a considerar hermanos al resto de seres humanos, preferiblemente incluídos los animales, demás seres vivos y el Planeta en su conjunto, en lugar de irnos por Marte. Las religiones están evolucionando progresivamente hacia este punto de vista, y hoy en día cabe hablar de un ecologismo cristiano o islámico.


Hoy en día se habla mucho de familias defectuosas. Algunos de los defectos: