Salud, gracias

No voy a definir el concepto de salud, como tampoco voy a definir el concepto de definir ni el de concepto. Sí señalar que solemos restringirnos a la salud física o corporal. Tradicionalmente, y yo lo soy o me lo considero, la salud mental se ha puesto en manos de la religión y de las Humanidades en general, mientras que la salud corporal se ha tratado con un enfoque exclusivamente científico.

La profesión de curar, sus instrumentos y lugares participan de los sagrado, en el polo opuesto de la frivolidad con que pasamos la mayor parte de nuestras vidas.


La mayoría de las enfermedades y problemas de salud se deben a cuatro factores:

  1. malas condiciones de vida: hambre, malnutrición, contaminación
  2. accidentes y maltrato: incluídas las lesiones en combate, las drogas, etc.
  3. vejez: incluso gozando de buenas condiciones y sin padecer accidentes ni maltrato corporal, con los años nos volvemos más débiles y susceptibles a problemas médicos
  4. genética: predisposición a enfermedades y defectos de origen genético; no está claro su peso y a menudo desconocemos el mecanismo por el que un mal gen ocasiona una enfermedad

Pienso que la anterior lista está ordenada de mayor a menor importancia. El primer factor, las malas condiciones de vida, se relaciona íntimamente con la agricultura y el ecologismo, y con factores sociales. Casi todas las enfermedades se deben a hambre, y más recientemente a malnutrición, dietas desequilibradas, contaminación de aire y agua etc. Esto muestra y demuestra un gran solapamiento de la salud con la agricultura, qué y cómo cultiva una sociedad, y con la calidad del entorno, preferiblemente virgen o natural.

La mayoría de las enfermedades se deben a escasez de recursos alimentarios, de comida, en cantidad, tipo y calidad suficientes.

A menudo los médicos tratan los síntomas, no las causas, sobre todo cuando se centran en un problema u órgano muy específico. Un solo médico no puede abarcar todas las especialidades. Los médicos alternativos proponen dedicar mucha más atención y recursos a las causas. Por ejemplo atribuir la mayoría de nuestras dolencias a inflamación o tensión. Por supuesto todos los médicos le reconocen algo de influencia a este primer factor. Y en el polo opuesto encontramos la tendencia a atribuir casi todo a la predisposición genética del paciente. De lo contrario, ¿por qué en las mismas condiciones unos enferman y otros no? Otros han respondido a esta pregunta relacionando salud y enfermedad con factores psíquicos. ¿Pueden la buena música o la naturaleza virgen sanarnos o conservarnos sanos?