Wetiko
Según los indios de América el Wetiko es un mal espíritu que suele invadir la mente del ser humano. Se trata del virus
del egoísmo, un patógeno psíquico que obliga a la persona a alimentar sus propias necesidades como un ser famélico que nunca tiene suficiente. Dicha presencia nos aboca a una suerte de involución donde tarde o temprano la humanidad se convierte en su peor enemigo
Esta curiosa a la vez que preocupante teoría se recoge en un libro de lectura casi obligada. Paul Lévy, conocido admirador del legado de Carl Jung y columnista habitual en The Guardian” dio forma a un trabajo notable titulado Dispelling Wetiko (Erradicar el Wetiko). Afirma que vivimos un momento donde gran parte de los fenómenos psicosociales que nos envuelven evidencian que el virus
del egoísmo está más presente que nunca.
Wetiko, egoísmo humano y el concepto de sombra de Carl Jung
El historiador Jack Forbes explicó en su libro Colombus and Other Cannibals que cuando las comunidades indígenas tomaron contacto con los conquistadores europeos que buscaban invadir sus tierras y su mundo, los definieron como personas infectadas por el Wetiko. Fue la tribu de los cree de Canadá quienes usaron esta designación por primera vez, aunque los ojiwa, por ejemplo, utilizaban ya el conocido término windigo
.
El caso es que consideraban al hombre blanco o civilizado
un ser infectado por el virus
del egoísmo, una entidad maligna que les abocaba a querer para sí la fuerza vital de la naturaleza, de sus recursos y del resto de seres humanos. Por su parte Paul Lévy explica en su libro que esta idea es la misma que Carl Jung utilizó para hablarnos del concepto de Sombra, ese arquetipo del inconsciente que todos tenemos.
Así, fenómenos tan comunes como los celos, la avaricia, el ansia de dominio y el propio egoísmo, son en realidad producto de nuestra colectividad inconsciente, nuestras sombras más oscuras y ese yo
disociado de la consciencia que se deja llevar por los actos más ruines. Podríamos decir por tanto que aquel espíritu maligno, ya definido por los indios americanos, era para Jung una entidad algo diferente, algo que no venía de fuera para poseernos, sino que siempre ha estado presente en nuestro interior.