El Espíritu Puro es pura mentira

(Der reine Geist ist eine reine Lüge)

~ Nietzsche

Resurrección y Reencarnación

Resucitar significa volver a vivir, normalmente en un reino celestial. Reencarnarse significa casi lo mismo, la mente o el alma entran en un cuerpo y la historia se repite.


Los hinduístas y budistas creen que en principio estamos condenados a repetir los mismos errores y actitudes erróneas en vidas subsiguientes, en una especie de círculo vicioso llamado samsara. Por tanto uno de los matices del concepto de reencarnación es el de fatalismo e incluso pesimismo.

Resurrección de la carne

Resurrección de la carne significa que uno recupera el cuerpo (sano) en que vivió, evidentemente sin defectos congénitos y rasgos envejecidos. Esta opción puede parecer de primeras ridícula. Por otro lado, si reconocemos que el Cuerpo Humano (y la Creación entera) son sagrados, lo lógico es llevárnoslo a otras vidas.

Queremos pervivir

Nadie se quiere morir --tal vez deberíamos empezar analizando este hecho-- ni siquiera los materialistas y mecanicistas. Éstos sostienen que sólo somos materia y que el fenómeno humano se explica por leyes físicas. Mucha gente siente apego por algún objeto: su coche, su guitarra, su pintura. Ahora bien, reconoce que sólo se apega a una configuración de átomos. Sin embargo en el caso de las personas, o de animales cercanos a nosotros aparentemente nos apegamos a algo más. De acuerdo que un agnóstico o ateo no empleará la palabra alma, sin embargo no podrá evitar utilizar algún término en la práctica equivalente...

A lo que voy es que en el momento en que reconocemos que existe algo en un objeto además de su configuración de átomos se abre la posibilidad de que ese algo continúe después de que el objeto haya dejado de existir.

Causalidad

Unos sostienen que dado que todo fenómeno material ocurre por una causa, no queda resquicio ni asidero por donde el alma pueda influir en la materia. No hay un alma que mueva mi mano ni ocasione mi voz. Así pensaba Descartes.

Otros sostienen que para que el mundo tenga sentido ha de haber algo más.

Dos polos opuestos:

Dos causalidades

Se suele admitir la causalidad material.

Imaginemos una molécula de plástico en la superficie de un objeto puesto a la intemperie. Por casualidad le llega un fotón de alta energía, no otra cosa son los rayos ultravioleta, y la destruye. Ahora bien si consideramos muchas moléculas, una superficie de plástico macroscópica, que las moléculas se degraden con el tiempo se da por hecho, ocurre de manera matematizable.

Ahora bien, desde el punto de vista subjetivo o humano, cuando una casualidad ocasiona un daño o un beneficio individual (nos cae un rayo o nos toca la lotería), entonces percibimos el fenómeno de manera diferente.

La causalidad mental depende de acciones y actitudes puramente mentales. En general se suelen admitir un par de aspectos de la causalidad mental:

Contradicciones

Se ha argumentado en contra de que exista un Ser Omnisciente, Omnipotente y Bondadoso a la vista de determinadas situaciones casuales, como por ejemplo que un niño nazca con una discapacidad grave o que a alguien manifiestamente malvado le vaya bien en la vida. Se suele considerar débil el argumento a favor de la existencia de tal Ser Superior que se basa en que Dios nos pone a prueba en esta vida, sombra de la por venir.

Tres (o más) posturas

Existe un alma no estrictamente material

Si sostenemos que la vida humana y por extensión la vida animal es un valor, entonces las personas (y por extensión los animales) deberán de poseer algo diferente de la materia.

El alma es material, sólo que posee propiedades emergentes

Determinadas configuraciones de moléculas dan lugar a organismos, por no decir máquinas, que muestran comportamientos cualitativamente diferentes.

Algunos pensadores vuelven por el concepto de propiedades emergentes a la idea de que sólo un Ser Superior podría haber diseñado y construído tales máquinas.

Cielo e infierno

Sobre todo en el Cristianismo y el Islam se cree que el comportamiento y la actitud mostradas en la vida terrenal determinan cómo vamos a estar durante toda la Eternidad que seguirá.

Reencarnación

La reencarnación es la única postura compatible con un universo regido por la causalidad no sólo a nivel material sino también mental. La única justificación para el sufrimiento de alguien a quien no le ha dado tiempo a merecerlo (un recién nacido, por ejemplo) es que en vidas anteriores haya cometido injusticias y maldades.