Prioridades: jerarquías de estados de cosas

Prioridad significa la importancia, conveniencia o necesidad que atribuimos a un estado de cosas factible en relación a la importancia, conveniencia o necesidad que atribuimos a otros factibles estados de cosas.

Por ejemplo de alguien que se levanta temprano para salir a correr diríamos que da prioridad a hacer ejercicio frente a quedarse una hora más en la cama.

Ordenamiento de prioridades

Todas las cosas, o mejor dicho estados de cosas, que valoramos, forman un conjunto en el que cada una, cada elemento, posee una prioridad subjetiva. Muchos, o todos, son comparables en su prioridad atribuída o subjetiva. Escribimos de dos elementos que a > b cuando damos prioridad a a frente a b.

Si en un conjunto de estados de cosas de cada par (a, b) siempre podemos decir o que preferimos a a b (a > b) o lo contrario, que preferimos b, entonces nos encontramos ante un orden total. Si por el contrario existe un par (a, b) o varios tal que no se pueden comparar con respecto a la prioridad atribuída, es decir que

ni a > b ni b > a

entonces estamos ante un orden parcial.

Prioridades y asignación de recursos*

Prioridad y preferencia. Democracia.

Prioridad y preferencia se parecen mucho. En esencia, cuando establecemos prioridades aportamos razones, justificaciones, argumentaciones para dar prioridad a unas cosas (estados de cosas) frente a otras, mientras que uno no establece preferencias sino que las expresa, comunica, descubre etc.

Se entiende y comprende que en una situación de democracia cada votante se guía por sus preferencias. Cada ciudadano votará o la propuesta que prefiere o la opción que según él conduce a que se adopte lo que él o ella prefiere. Por tanto la democracia sensu stricto se basa en preferencias, en principio, en la mayoría de los casos, revestidas burda o sofisticadamente de ideología.