la granja, la fisiocracia y los factores limitantes

Contaba el Economist el caso de un país africano que producía piensos, los cuales vendía a un país vecino, que producía pollos. Con el dinero de la venta de pollos el segundo país podía comprar pienso, mientras que el primero con la venta de piensos podía comprar pollos, entre otros intercambios.

¿Acaso esto no ejemplifica magistralmente los beneficios del libre mercado? El problema es que una granja es una actividad económica trivial. Los pollos crecen solos. El mismo agente que produce piensos bien puede montar una granja.

Pienso que el mundo entra en una fase en que empieza a reconocerse el concepto de factor limitante. En una granja, el factor limitante suele ser el pienso. En agricultura moderna, el factor limitante es el carburante, los fertilizantes etc. Actualmente, el factor limitante de la agricultura son los combustibles fósiles, y en general también son factores limitantes el agua y el capital. (En agriculturas alternativas se concede más importancia a la proporción de materia orgánica del suelo, la biodiversidad local, cobertura vegetal permanente, formación y motivación de los campesinos etc.)

Muchos sectores de nuestra economía empiezan a parecernos triviales porque nos hemos dado cuenta de que consistían en transformaciones triviales de hidrocarburos en bienes y servicios. Un ejemplo es el transporte en camiones, donde el principal gasto es el combustible dado que los motores duran mucho y dan fallos mecánicos hasta cierto punto predecibles.

La Fisiocracia

La fisiocracia fue la primera teoría económica científica. El planteamiento fisiocrático parece exagerado. Los fisiócratas sostenían que todo venía de la tierra (alimento, fibras textiles, madera etc.) y no concedían importancia a la transformación de las materias primas provenientes de la tierra. (El año pasado un pastor me informó que el kilo de lana se vendía a 15 céntimos.)

Según se abarata la producción de telas y de prendas, mediante la automatización, el coste de las materias primas empieza a pesar más en el producto final. Lo mismo ocurre con la fabricación de viviendas según se encarecen los materiales.

En mi opinión, en la medida en que empezamos a analizar la economía mediante el concepto de factor limitante estamos volviendo a una fisiocracia o al menos a un modo de entender la economía análogo a la fisiocracia. Digamos que esta fisiocracia ampliada consistiría en analizar la economía mediante el concepto de factor limitante.

El encarecimiento de las materias primas nos lleva a análisis económicos fisiocráticos.


En general, cada transformación depende de unos insumos. El repartidor depende del transporte, y el transporte depende del combustible. Hay unas cadenas de dependencias y la crisis generada por la Guerra Ucrania-Rusia en 2022 nos lo ha enseñado dado que ha fallado el suministro de, por ejemplo, acero ucraniano.


Por supuesto que existen soluciones locales e insolidarias. Alguien puede vivir bien a pesar de que lso bienes y servicios producidos no darían para que todo el mundo viviese bien. Llevado al plano de la ideología, España va bien porque a mí me va bien. Por supuesto alguien de centro-derecha no reconocerá esto abiertamente porque es un paralogismo.

El efecto cazador. Aunque todos los fines de semana muchos españoles consiguen salir de caza y abatir un número satisfactorio de presas, ello no significa que cincuenta millones de españoles puedan alimentarse de la caza y la recolección. Por supuesto que el cazador tiene la sensación de estarse comiendo o disecando lo que ha cazado y que ha crecido y se ha alimentado espontáneamente...

Siento que sólo soy un necio que cuando habla enuncia excentricidades que resultan verdaderas y presagios destinados a cumplirse.