Sacrificio: Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo
Recuerdo haber criticado la Religión Cristiana por sostener que el sacrificio de Jesucristo en la Cruz nos salva. Lo consideraba un acto de magia, y por tanto repudiable. En realidad la Historia de Jesús encuentra paralelos en otros mitos del Mediterráneo, por tanto deberemos decidir si rechazarlos o abrazarlos. ¿Podemos vivir al margen de todo mito?
La Vida de Jesús expresa una verdad muy profunda sobre el ser humano. Podemos repudiar sus milagros sin reparar en que esos actos curaban a gente. La voluntad y la capacidad de curar constituyen algo sagrado frente a la multitud de acciones frívolas en que nos ocupamos la mayor parte del tiempo.
Continuamente escuchamos proclamaciones de planes e intenciones dirigidos a ayudar a la Humanidad, las cuales son en su mayoría palabras vacías, sin sentimiento, o bien sólo tratan de arrimar el ascua a la sardina de uno, política de la peor especie. Por ejemplo una empresa de ingeniería propondrá una gigantesca obra por el bien de la Humanidad, cuando en realidad la primera beneficiada es la empresa. Mucha gente sostiene que esta actitud convenida, siempre que se regule, salvará a la Humanidad.
Si queremos salvar a la Humanidad, ya sea espiritualmente o materialmente, necesitamos estar dispuestos a sacrificar nuestro propio bienestar. Ante nosotros se nos abre una perspectiva de sufrimiento y muerte. Pero al final del camino, gracias a nuestro sacrificio, podemos salvar a la Humanidad y, en las religiones más progresistas, al resto de los Seres Vivos.