Cristianismo
El Cristianismo es una religión monoteísta. Todas las iglesias crisitanas coinciden en reconocer que Jesucristo, Hijo de Dios, nos redime mediante su Pasión, Muerte y Resurrección. Al parecer a un absurdo, el de la Fé, el Cristianismo añade esta creencia en el poder mágico de un acto.
Por otro lado estos elementos ya se encontraban en religiones anteriores de la Cuenca Mediterránea y muchos cristianos se niegan a mantener una postura teológica o metafísica en cómo viven la religión.
No debemos juzgar con dureza al Cristianismo ni a ninguna otra religión porque distorsionaríamos nuestra percepción y pasaríamos por alto aspectos positivos de ellas.
Jesús de Nazaret, en su vida adulta, realiza multitud de milagros. Al margen de que creamos en la posibilidad de violar las leyes de la naturaleza, he aquí una persona que se dedica a sanar, incluso enfermedades que hoy consideramos incurables. Esto refleja una aspiración profunda del ser humano. Por supuesto muchos queremos disfrutar de salud nosotros, mientras que la verdadera actitud religiosa se preocupa por que estén bien todos, los demás. Curiosamente esta actividad de sanar curables e incurables no consitituye en Jesús un truco para atraer discípulos ni un oficio para ganar dinero. Sanar forma parte de Jesús de Nazaret.
En un momento de los Evangelios, prácticamente los únicos libros que nos hablan de él, se le persigue, apresa, juzga y empieza su Pasión, es decir unos días de gran sufrimiento físico. Esto refleja una gran verdad del ser humano en la que a menudo no reparamos. Sufrimos mucho y de maneras variadas: enfermedades, tortura, mutilaciones... Esa Pasión de Jesús le viene impuesta (por Dios Padre), lo que le hace exclamar Aparta de mí este cáliz
, a la vez que asume su función o su destino y también dice Hágase según tu voluntad
. La idea es que si queremos ayudar a los demás debemos estar dispuestos a sacrificarnos en alguna medida. Muchas personas no pensamos que para arreglar el mundo baste con descubrimientos científicos (fuente de energía inagotable, colonización de otros planetas, inteligencia artificial etc.) ni con medidas políticas específicas (subida de impuestos, democracia participativa, discriminación positiva etc.).
Esto contrasta con la actitud progresista. Los progresistas están convencidos de que determinadas medidas eliminarían casi todo el sufrimiento e indignidad que reina en el Mundo. Sin embargo cuando llega la hora de la verdad siempre encuentran excusas para no comprometerse.
Por una parte es injusto no ver que Jesús no fue la única persona que padeció la muerte lenta de la crucifixión. (El empalamiento también suponía una muerte lenta y se ha aplicado muchas veces en otras culturas.) Por otra parte no está claro que un cristiano deba creer que realmente hubo un Jesús nacido en Nazaret que padeció tal tormento.