Dilema de la Demanda: necesito que me necesiten

Muchas profesiones requieren una demanda de sus servicios, que al resto de la sociedad le falte algo, funcione mal o se le estropee algo, o que le ocurra una desgracia.

Un mecánico de automoción recibe encargos y por tanto obtiene ingresos cuando un vehículo se estropea. Un juez trabaja cuando los ciudadanos cometen una infracción, no se ponen de acuerdo etc. El oficio de bombero tiene sentido porque las casas y otros objetos inflamables se incendian.

Un fabricante de un bien necesita que dicho bien no dure eternamente, o que por lo menos se demanden piezas de recambio, pues de lo contrario cada vez que fabricase una unidad el servicio que prestaría sería infinito y no volvería a necesitar fabricarla.


Otra manera de sostener la demanda es conseguir que la población crezca en número y en gasto.

Las compras caprichosas, innecesarias y autodestructivas mantienen alta la demanda y la economía en funcionamiento.

En realidad innovación significa generar una demanda, ampliar el gasto en la sociedad. No exactamente inventar, sino inducir a demandar. Por ejemplo el móvil inteligente o smartphone, el automóvil privado, el turismo etc.


Si no ocurrieran ciertos males y desgracias muchos trabajadores y empresarios perderían sus ingresos y con el tiempo su puesto.

Hablo de dilema porque en última instancia en muchos si no la mayoría de los casos uno está bien económicamente porque los demás están mal, o gracias a que algo va mal.


Parte de esta demanda es intrínseca, es decir que depende de cómo es el mundo, y no podría dejar de darse. Por ejemplo siempre necesitaremos comer y curarnos de enfermedades que van surgiendo. Otra parte es extrínseca, generada por mala organización de la sociedad, por circunstancias históricas etc. Si logramos imaginar una buena sociedad sin alguna profesión o artículo de consumo, entonces ésta o éste se necesitarán extrìnsicamente y debido a la coyuntura o momento histórico particular.

(Supongo que en muchos casos diseñaríamos una sociedad en que no se demandasen ciertos artículos pero sí otros que actualmente no se demandan. Por ejemplo en Un mundo feliz los acomodados no poseen vehículos privados, pero demandan pilotar una especie de avionetas.)


Una forma de dismunuir este tipo de demanda grotesca es que más ciudadanos se generen más proporción de bienes y servicios (autoproducción), o que lo hagan en redes de intercambio que les hagan sentirse bien (comunidad), probablemente con menos protagonismo del dinero o con otra moneda.