Georgismo o Geoismo: impuesto único de la Tierra
Fuente: Georgist Education Association
El georgismo o geoismo o geoeconomía (Geo significaba tierra
en griego) es una filosofía social que trata de las cuestiones capitales: pobreza, contaminación, delincuencia y violencia, salud pública y felicidad, y propone cambios radicales y racionales -suelen ir de la mano- para acometerlas. Su fundador se llamaba Henry George, filósofo y economista del finales del siglo XIX, pero muchos otros pensadores la han ampliado y renovado. Deberíamos considerarla una alternativa progresista y cuerda a los dos principales sistemas políticos: capitalismo y socialismo. Aunque comparte rasgos con los dos, nos es uno más de los híbridos de ambos que se practican en muchos países. Se diferencia en tratar de resolver los problemas de la sociedad atacando las causas fundamentales en lugar de los síntomas.
Mientras que las principales ideologías tratan de manera unidimensional las cuestiones de la propiedad privada frente a la pública y la de la división de la riqueza, lo característico del georgismo es hacer una clara distinción entre dos tipos de propiedad:
- Tenemos derecho a poseer lo que hemos creado. La propiedad privada está justificada por la creatividad y el esfuerzo personal.
- Existe un fondo común de recursos, o fondo de recursos comunes: todo lo que no proviene del esfuerzo individual sino que adquiere valor por obra y gracias a la naturaleza o de la comunidad, por cooperación o por conjunto común de conocimientos. A su uso y disfrute todo ser humano tiene igual derecho. Se pueden repartir para uso privado, pero el flujo de ingresos que generen debería ir a parar al gobierno o estado en lugar de personas e instituciones privadas, y redistribuirse entre el pueblo de manera justa.
El valor del terreno en función de su emplazamiento es el ejemplo más evidente y claro. La tierra no la ha fabricado nadie. Nos proporciona materias primas que empleamos para generar riqueza, pero contiene también la dimensión espacial de nuestra sociedad, siempre vinculada a lugares. Porta un valor añadido que aumenta según la comunidad se desarrolla social, cultural, tecnológica y económicamente. Se trata por tanto de un sobrevalor público sobre el que debería haber control público. La tierra es de todos y compartir su valor es la única manera de garantizar el acceso equitativo a sus recursos y posibilidades.
El georgismo aspira a instaurar un sistema en el que todos reciban la plena recompensa de sus esfuerzos y creatividad, nadie se beneficie de apropiarse de recursos comunes y el estado pueda prestar los servicios y apoyo que de él se esperan. En este sistema sería posible disfrutar de libre comercio y cooperación sin relaciones de poder desequilibradas.
Los georgistas constituimos un movimiento pacífico y global. No creemos en acciones ni revoluciones violentas sino que tratamos de lograr nuestros objetivos mediante medios democráticos, mediante la información y la exposición. Consideramos responsabilidad de todo ciudadano interesarse por estas cuestiones y participar en el debate público.