Enseñanza

Mediante la enseñanza una parte de la sociedad transmite conocimientos útiles al resto.

Se puede enseñar y aprender de múltiples maneras, pero tal vez los dos tipos principales de docencia sean la formal y la informal. En la enseñanza formal una organización, por ejemplo el Estado, o una Empresa, determina cómo y qué se enseña. Hay unos temarios, unos objetivos explícitos, unos horarios y sobre todo unos roles. En casos extremos pero por desgracia frecuentes el profesor emplea buena parte de su energía en afianzar su autoridad.

En la enseñanza informal la comunicación entre maestro y alumno surge espontáneamente. El maestro no impone sus contenidos pero al no seguirse un orden se corre el peligro de que el alumno no integre sus conocimientos en una estructura coherente.

La enseñanza formal suele desarrollar más la corrección que la creatividad, mientras que la informal más la creatividad que la corrección. En las enseñanzas regladas resulta más fácil enseñar y evaluar la corrección que la creatividad.

Algunas personas aprenden por sí mismas sin un profesor y fuera de un entorno institucional. Son autodidactas. El Estado reconoce cada vez menos esta vía. Algunos organismos ofrecen certificaciones que se obtienen aprobando exámenes y otras pruebas a las que uno puede presentarse por libre, es decir que los autodidactas se preesentan en igualdad de condiciones.