La cadena de obtener satisfacción

De modo que para vivir con poco dinero, para consumir poco, necesitamos cubrir unos requisitos. Podemos dejar nuestras viviendas relativamente frías en invierno, y calientes en verano, por ahorrar energía, podemos habitar viviendas pequeñas y aprovechar la vida al máximo en lugar de trabajar y ahorrar para costeárnoslas, podemos pasar horas a la intemperie con ropa adecuada, leer libros descargados o prestados, incluso comprar o alquilar un huerto, cultivarnos casi toda nuestra comida...

¡Podríamos aplicar los principios de La cápsula, el traje espacial y la terma!

Tanto si vivimos en una ciudad como en el campo, formamos cadenas que constan de requisitos que hemos de satisfacer. Si compramos o alquilamos un huerto, entonces o residimos allí o necesitaremos desplazarnos periódicamente. Si vivimos en el campo, nos pueden atracar y robar periódicamente, a menos que invirtamos en seguridad (vallas, puertas, sistemas de vigilancia, perros de guarda), sobre todo si los políticos no quieren o no pueden imponer una legislación penal que disuada a los ladrones y atracadores.

De modo que en cada modo de vida alternativo basta con que haya un solo eslabón de coste prohibitivo para que tal modo de vida se vuelva inviable, o se convierta en un lujo.