Diversas agriculturas

Consideramos tres tipos de agricultura

  1. tradicional: sigue los métodos utilizados desde siempre;
  2. moderna-científica: aplica criterios científicos y se emplea maquinaria y química moderna; y
  3. orgánica: cuestiona los métodos y presupuestos de la agricultura científica y trata la tierra como un todo integrado e interconectado con el universo.

Desde luego se observa y admira cómo los agricultores tradicionales han efectuado la transición a la agricultura moderna sin mayor trauma ni disonancia cognitiva. Sus practicantes siguen perteneciendo a sociedades rurales. Las agriculturas orgánicas, casi preferiría llamarlas nuevas agriculturas, suponen una ruptura con la tradicional y la moderna-científica, una inyección de ideas y actitudes abiertas y optimistas. Desde luego entre los neorrurales abundan los que idealizan e idolatran los métodos tradicionales, sin reconocer que las mismas actitudes perviven en la agricultura modernocientífica.


Agricultura orgánica

Difícil de definir ese concepto de lo orgánico. Lo que surge espontáneamente, no planificado, que tolera cierto grado de desorden, con alma. Sin duda con fuertes asociaciones románticas, el espíritu del pueblo etc.

Encontramos varias escuelas agricultura orgánica:

  1. la permacultura: una filosofía práctica sobre cómo estar en el mundo;
  2. la biodinámica: fundada por Rudolf Steiner, con fuertes elementos místicos (antroposofía, doctrina paralela a la teosofía de su maestra Blavatsky) y sólidos resultados prácticos no obstante;
  3. la agricultura natural: desarrollada y enseñada por Masanobu Fukuoka; y
  4. las sincréticas, o que escogen y combinan principios ailsados de las corrientes alternativas y las convencionales.

También encontramos un abanico de principios y técnicas que suelen compartir estas, en principio, escuelas diferentes:

Agricultura vertical

Las nuevas agriculturas o agriculturas orgánicas presentan un inconveniente. La fotosíntesis, en particular la de tipo C3 que realizan la mayoría de las plantas útiles, malgasta agua y rinde poco a templeraturas moderadamente altas por encima de los 30 grados centígrados. (Léase en inglés Photosynthesis)

En los invernaderos industriales se mantienen concentraciones de dióxido de carbono dos veces y media más altas que las de la atmósfera, lo que ahorra agua en igual proporción. Pero la templeratura dentro de ellos sube demasiado debido al, nunca mejor dicho, efecto invernadero. De hecho los invernaderos sirven principalmente para adelantar la temporada de crecimiento y así conseguir llevar la cosecha al mercado cuando aún escasea.

La solución podría venir de la ingeniería genética: inducir a las plantas a realizar una fotosíntesis con menos gasto de agua.

Otra, menos conocida pero muy prometedora, es fomentar la asociación de las plantas con determinados hongos que podrían conferirles resistencia a la sequía. Esto, por cierto, se encuentra muy en la línea de las agriculturas orgánicas.

Una solución actualmente en expansión es la agricultura vertical: en esencia cultivar cosechas (1) bajo luz artificial y (2) en edificaciones o en cuevas aisladas del exterior y (3) con un control absoluto y absolutista de las condiciones, desde patógenos hasta humedad y concentración de CO2.

¿Qué agricultura?

¿Qué agricultura ha de adoptar la Humanidad? ¿Cuál fomentar, subvencionar, preferir?

(Si admitimos que, aunque la contabilidad al uso no lo refleje, la Alimentación es actualmente nuestro mayor reto, junto con la Paz, entonces deberemos cuestionarnos qué agricultura y como compaginarla con la conservación del Medio Ambiente.)

He expuesto aquí suficientemente:

También he aludido a las agriculturas tradicional y científica.

Al respecto de éstas he señalado dos datos:

  1. la mayoría de la población sólo conoce las agriculturas tradicional y científica y considera la segunda la única opción racional y moderna, y
  2. una vanguardia informada considera que la agricultura vertical podría conseguir alimentar a la población mundial con el mínimo de recursos no sólo humanos (proporción de agricultores entre la fuerza laboral) sino también de agua, superficie horizontal y fertilizantes, y ello con menor incertidumbre (riesgo de malas cosechas) que la tradicional y científica.

Ventajas de la agricultura vertical

Evidentemente una explotación agrícola vertical, probablemente alimentada con energías fotovoltaica y eólica, requiere una inversión inicial cuantiosa.

La agricultura vertical gana en condiciones de sequía o de incertidumbre sobre el agua. Las agriculturas orgánicas funcionan suficientemente bien cuando las fincas reciben sufiente cantidad de agua, lo cuál podría ser el caso en condiciones en que no se haya roto el ciclo del agua.

En teoría la agricultura vertical conseguiría mantener la producción después de que se rompiera el ciclo del agua.

Inconvenientes de la agricultura vertical

  1. Un inconveniente es que no genera empleo creativo y motivador, como sí lo genera la orgánica. (A menos que se practique una agricultura vertical minifundista, caso de ser posible.)

  2. Un segundo inconveniente de la agricultura vertical es que en la medida en que confiemos en ella (le confiemos nuestra alimentación) dejaremos de percibir la necesidad de mantener el medio ambiente natural más que como un capricho, hobby o exquisitez de unos pocos cazadores, naturalistas, turistas, paisajistas etc.

    Si la fe en la ciencia y la tecnología, y en particular la fe en la agricultura vertical, nos llevase a despreocuparnos del medio ambiente natural, dicha fe podría fomentar o excusar directa o indirectamente que se degradase permanentemente. Para muchos esto representa sólo una pérdida pequeña, pero al multiplicarse por una eternidad, o por lo menos por numerosos milenios subsiguientes, se convierte en una gran pérdida. (Al parecer ha sido Naess el primero en argumentar así el valor absoluto de la Naturaleza por encima de alimentar temporalmente a unos pocos hambrientos más, lo que a veces se interpreta como ecofascismo.)

El panorama del agua y del medio ambiente en general

Mi propuesta es que retrocedamos y nos preguntemos por qué se está rompiendo el ciclo del agua. Por ejemplo en mi país España el Desierto del Sáhara se percibe relativamente cerca y hay gente que opina que se expande naturalmente y otra que por acción humana. Quiero decir, ¿era en general inevitable que se rompiera el ciclo del agua?

El debate se ve oscurecido por el hecho de que se buscan causas relativamente modernas o recientes para la degradación del medio ambiente cuando en realidad éste se lleva degradando desde tiempo inmemorial. La causa o culpable es una mentalidad o bien surgida en tiempos prehistóricos o bien innata al ser humano. Y desde luego las nuevas agriculturas son las únicas actividades que implican, motivan y orientan al ser humano en una dirección contraria a la degradación medioambiental.

En una ciudad, practicando el modo de vida urbano, uno mantiene una relación con el medio ambiente abstracta y distanciada. Incluso el reciclaje y todo ese cerrar ciclos en general se queda en ritual huero.

En justicia, la otra forma de implicación del ser humano con temas sociales y naturales es la Religión o sucedáneos y análogos suyos. Y desde luego la Ecología Produnda de Naess alcanza alturas, o profundidades, religiosas. Y los condenados a vivir en ciudades lo más a lo que pueden aspirar es a mantener una actitud comprometida con los problemas medioambientales y el deseo de retomar el contacto con la Naturaleza.

Dos planteamientos falsos

Colonicemos Marte

En esencia, damos por irresoluble una situación y nos planteamos emigrar a otra parte. En este caso damos por inevitable la degradación medioambiental y nos planteamos sobrevivir al margen de la Naturaleza Originaria o Virgen. Hacer de tripas corazón, estoicamente y con notable acumulación de tópicos.

Divide y vencerás

En el sentido en que considero erróneo el planteamiento de considerar cada problema o cuestión por separado. Varias cuestiones potencialmente relacionadas pero que tendemos a separar son:

  • alimentación
  • medio ambiente
  • empleo
  • desigualdad social
  • corrupción
  • ineficiencia de los Estados
  • satisfacción laboral
  • superpoblación
  • éxodo urbano
  • aislamiento del individuo, debilitamiento de la comunidad

De hecho la alimentación se divide al menos en dos aspectos: cantidad (desnutrición) y calidad (malnutrición). Distinción muy pertinente, habida cuenta que un cuarto de la humanidad sufre carencias de yodo, por ejemplo. Incluso deberíamos hablar de un tercer aspecto, la diversidad de alimentos.

Cada uno de los aspectos de la anterior lista se solapa e interactúa con todos los demás.

Incluso podríamos aumentar la lista. Recientemente ha cobrado importancia la Guerra (en Ukrania y en Gaza)...

Y desde luego la permacultura, por poner un ejemplo, propone una solución para la mayoría de estas cuestiones, no sólo para una sola.

Frente a este fraccionamiento de nuestros enfoques propongo una visión de conjunto que considere Tres Esferas: la Naturaleza, lo Social y, por poco laico que resulte, lo Espiritual.