Vegetarianismo, veganismo: no al precio de su sufrimiento
Veganismo significa abstenerse de consumir productos animales... innecesariamente. Este innecesariamente
nos sugiere que consideremos dos tipos de veganismo: el absoluto o abstención estricta e inflexible, y el relativo, abstenerse cuanto más mejor.
Veganismo implica principalmente adoptar una dieta sin carne ni pescado, sin huevos y sin leche ni derivados. Algunos casos fuera de la alimentación en que podríamos necesitar consumir productos animales son algunas vacunas y algunas prendas (plumas, cuero etc).
En esta página analizaré primero las principales razones para adoptar un modo de vida vegano: (1) sufrimiento animal, (2) consumo de recursos limitados, y (3) actitud tecnológica. A continuación estudiaré modos de practicar el veganismo sin perjudicarnos a nosotros mismos. Por último...
Razones para adoptar un modo de vida vegano
Las tres principales razones para adoptar un modo de vida vegano son:
- >Sufrimiento animal
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Más que evitar matar animales para comernoslos, dado que de todas maneras en la naturaleza los animales mueren por enfermedad y a manos (o garras) de otros que los devoran, mi primer argumento se basa en evitar sufrimiento prolongado y degradante. (Recuerdo ese documental en que unos leones tardan casi una hora en agotar y abatir a un becerro.) Esto es exactamente lo que ocurre en nuestro sistema de granjas industriales. Los animales pasan casi toda su vida encerrados en entornos artificiales, una mezcla de cárcel y cámara de tortura. Además la selección de razas y el trato que reciben les ocasionan lesiones y debilidades. Desde el parto hasta ser sacrificados sus vidas transcurren en un verdadero calvario.
Actualmente es imposible producir todos estos alimentos
dejando pastar
ni picotear a los animales. Ningún carnicero debería mostrar imágenes de ganado suelto en la consabida pradera. Comprar huevos de gallinascriadas en suelo
sólo garantiza eso, que se hayan criado en suelo, pobre garantía. Algo análogo ocurre con la caza: aunque infrinjamos un dolor breve a la presa, la caza no puede alimentar a los siete mil millones largos de personas que ya somos. Etc.De hecho los gobiernos occidentales son cómplices de una campaña de blanqueamiento del sufrimiento animal. La humanización de las condiciones de cría y sacrificio consiste en medidas marginales e insuficientes.
Por último la producción de alimentos animales suele exigir la castración de especímenes, lo cuál supone quieras que no una
mutilación . - Consumo de recursos limitados
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Nutrirnos con alimento animal consume más recursos limitados que el veganismo. Por recursos limitados debemos entender principalmente tierra fértil, agua y energía disponible.
Excluyo de la definición de recurso limitado adrede el trabajo humano dado que actualmente sobra mano de obra. La sensación de falta de tiempo que percibimos sobre todo en el
mundo moderno
es falsa, meramente coyuntural. La mayoría de la humanidad pasa hambre y escasez porque se le veda el acceso a recursos materiales para producir para autoconsumo, y la mayoría de los bien-consumidores modernos no desempeñan trabajos estrictamente técnicos (medicina e ingeniería). Por otro lado debo incluir entre los recursos limitados el dinero público dado que normalmente recaudar más exige o descapitalizar la empresa privada o encarecer la vida de los ciudadanos.En la práctica los alimentos animales se producen con cuantiosas subvenciones estatales. Por un litro de leche pasteurizada que compramos al final de una cadena ininterrumpida de frío pagamos menos que por medio litro de cerveza sin refrigerar. Paradójicamente, o no tan paradójicamente, la proteína vegetal, aún con no estar subvencionada, sale más barata que la proteína animal subvencionada.
Cuantos menos alimentos animales consumamos más recursos limitados quedarán disponibles. Lo cuál tiene dos consecuencias interrelacionadas:
- el veganismo permite alimentar o a más población, o alimentarla mejor, y
- a igual calidad y cantidad de alimentación, el veganismo deja más recursos-- tierra y agua-- para la naturaleza virgen.
La imagen del pastor que apacenta a sus ovejas es engañosa por varias razones: desde el Duero hasta Laponia los pastores y ganaderos han tratado de eliminar al lobo, y desde luego esas ovejas no se alimentan sólo de hierba, sino de muchos otros granos producidos industrialmente.
- Actitud tecnológica
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Llevar una dieta vegana plantea unos retos tecnológicos.
Solemos entender por tecnología el que se nos cubra una necesidad automáticamente. Esta concepción no sólo implica mejor y más barato sino también prescindir de conocimientos y detalles engorrosos, delegarlos en una clase especializada. Esto ocasiona una progresiva destecnologización de la sociedad. La producción en masa y el proteccionismo laboral conlleva que muy pocas personas diseñen nuestro entorno: paisajes, edificios, objetos, cultura, formación etc. Nos vemos reducidos a meros consumidores.
Por ejemplo compramos una plancha o una lavadora y se nos asegura que sólo se puede enchufar en el hueco apropiado. Se nos exime de participar en el proceso.
El veganismo supone una tecnologización o re-tecnologización del ciudadano de a pie.
Mucha gente aspira a un modo de vida supuestamente paleolítico (cazadores-recolectores) en el que, como antes de la invención de la agricultura, comamos carne y verdura de temporada y ningún cereal ni aceites vegetales dado que en la naturaleza virgen apenas existen. Durante casi todo el tiempo de su evolución el ser humano ha vivido así y desde luego propondría que tomemos algunas ideas generales de esta reconstrucción de nuestro pasado.
Señalo dos correcciones importantes: ni podemos alimentar a casi 8 mil millones de personas de caza y recolección y, caso de que pudiésemos, no querríamos prescindir de determinados avances en medicina y electrónica principalmente y por tanto seleccionaríamos qué tomamos de los paleolíticos.
Pienso que lo mismo que ocurre con el veganismo ocurre con el abriguismo.
El movimiento vegano supone una democratización de la tecnología porque con él los
legos
conseguimos aumentar la eficiencia de la economía significativamente y en general modificar nuestra sociedad. Cuando nos pasamos al coche eléctrico o compramos una caldera de condensación apenas ejercemos nuestra voluntad e iniciativa y contribuimos a reforzar el modelo de crecimiento y consumo, aunque nos lo pinten de verde. También supone una democratización de la política. Igual que se dice quevotamos con los piés
cuando emigramos, adoptando el veganismo estamos votando con nuestro dinero, mucho más que si nos pasásemos a la banca social.Más seguro que donar a una ONG...
Más claro que firmar un manifiesto...
Esterilización y castración (de animales): diferencias y ventajas
Con la esterilización se mantiene intacta su conducta y pulsión sexual, mientras que con la castración el animal no puede mantener relaciones sexuales
Mediante la castración se extirpan, con técnicas quirúrgicas, las glándulas sexuales. Es decir, los testículos en el caso de los machos y los ovarios en las hembras. De esta manera, se consigue la esterilidad y la ausencia de actividad sexual.
Qué supone y por cuál optar
Un animal castrado es un animal gravemente mutilado al que hemos cambiado su instinto, constitución física y forma de estar en el mundo. Engordará más, estará menos activo y tendrá más apetito. A un animal esterilizado sólo le privamos de la maternidad o paternidad.
Controversias
En primer lugar no se suele distinguir entre esterilización y castración. Muchos veterinarios y autoridades veterinarias en general recomiendan la castración y sostienen que tiene muchas más ventajas que inconvenientes, incluso niegan que tenga inconvenientes.
La castración y en mi opinión en mucho menor grado la esterilización constituyen una acción más contra la naturaleza, constituyen una disminución, retroceso y deterioro de ésta. La Naturaleza no necesita esterilizar ni mucho menos castrar. Las manadas de lobos por ejemplo practican una inhibición estrictamente temporal del instinto y comportamiento sexual.
Cómo evitar esta mutilación
Podemos evitar o disminuir estas mutilaciones absteniéndonos de consumir productos y servicios que dependan de estas operaciones.
A menudo se castra a machos (perros y caballos sobre todo) para evitar que se peleen. Pero estas peleas ocurren porque los mantenemos encerrados, en un entorno artificial.
Llegamos a la conclusión que para no tener que alterar el cuerpo y experiencia de otros animales la solución exige que no los tengamos en entornos artificiales.
Cuando poseemos perros de razas conflictivas muy alejadas del lobo la conducta agresiva constituye un problema más grave, sobre todo en ejemplares corpulentos y perros de presa.
A menudo mantenemos animales para que nos presten servicios (vigilancia, equitación) y nos den beneficios (compañía, belleza) que podríamos obtener de otros modos, es decir mediante soluciones técnicas. Por ejemplo en lugar de montar a caballo podemos montar en bici, en lugar de adornar nuestro hogar con un felpudo viviente podemos crear arte, podríamos prescindir de los perros de guarda con electrónica y leyes contundentes. Además de mantener estos animales consume muchos recursos naturales que, repito, podrían o devolverse a la naturaleza o alimentar mejor a la población.
El coste del veganismo
Cuando adoptamos un modo de vida vegano es posible que nos nutramos peor y que gastemos más dinero o recursos que con un modo de vida no vegano. Tanto los alimentos animales como la lana y el plumón son relativamente baratos, si bien no más que las alternativas veganas.
El otro aspecto de la cuestión es que tanto los alimentos animales como la lana están fuertemente subvencionados. Los gobiernos sucesivos ceden ante la firme presión de agricultores y ganaderos.