El origen del mal es uno mismo

Muchos pensadores han observado varias desgracias y circustancias desafortunadas relativamente frecuentes y generalizadas. Un ser humano padece un gran mal sin que conste que se lo merezca. Supongo que el mejor ejemplo son las malformaciones genéticas. Otros ejemplos de fenómenos terribles e inaceptables son:

accidentes graves que dejan lesiones permanentes
epidemias
guerras y terrorismo (en las que ambos bandos se creen en posesión de la razón y en consecuencia se hacen trizas)
la dificultad de escapar al campo gravitatorio de la Tierra
la testosterona, que tan violento hace al varón
el crecimiento exponencial de las poblaciones, que sólo se controla con hambrunas, epidemias y otras desgracias
la existencia del Uranio-235, que permite fabricar bombas nucleares

Varios coinciden en hablar de una entidad misteriosa llamada el mal. También suelen admitir que existe un mal tal como lo padecemos los seres humanos (enfermedad, muerte, sufrimiento, frustración, pobreza) como también existen unos males intermedios que lo causan: la agresividad, la codicia, la ignorancia, los despistes, la pereza etc. De modo que a menudo se aplica un análisis multifactorial al problema.

Y en paralelo se proponen numerosas soluciones: la planificación familiar, la manipulación genética, las fuentes de energía infinita e ininterrumpida (la fusión nuclear controlada en particular), las legislaciones progresistas y educación de las masas, la colonización del espacio, las subidas de impuestos etc.

Yo propongo un punto de vista diferente. El origen del mal es que a cada uno de nosotros lo que nos preocupa no es el mal en sí sino el que me afecte a mí. ¡Los demás que se fastidien! A cada uno de nosotros no nos preocupa lo más mínimo el mal en sí. ¡En absoluto!

Como poco debemos admitir que la suma de nuestras acciones individuales es diferente de una acción colectiva en la que cada miembro se preocupase no de protegerse a sí mismo del mal sino de proteger a todos en general.

Parece que el contraejemplo es el rápido desarrollo y producción de vacunas durante la anterior pandemia. Unas entidades privadas o por lo menos egoístas paradójicamente sirven a la humanidad en general, otra encarnación de la famosa mano invisible de que hablaba Adam Smith. Según este pensamiento progresista basta con crear un marco en el que el egoísmo de cada uno en particular obre milagros.

Imaginemos un pueblo de cien habitantes en el que se producen cien o más raciones de comida al día y en el que sin embargo algunos habitantes pasan hambre. Evidentemente algunos pasan hambre por un problema de distribución. ¿Pero en general?

¿En general cuál es el origen del hambre y otros males?