El Principio de No Repetirse

En general deberíamos cuestionarnos repetir la misma acción, en principio tratar de evitarlo al menos en algunos casos. No incito a dejar de dar los buenos días a la gente con que nos cruzamos, aunque sea miles de veces al año. No, uno puede saludar o preguntar cómo se encuentra alguien con sentimiento y cada vez de manera diferente. Y sin caer en rituales vacíos. ¿Qué tal estás?, además de ser una forma de iniciar una conversación, también es una pregunta que compromete al que la formula a interesarse por cómo está el otro. (Esto concierne más bien a comportarnos con empatía y no lo desarrollo en esta página.) Tampoco estoy recomendando desayunar con una bebida distinta cada mañana, para no repetirnos: hoy leche, mañana café, ¿y pasado mañana?

El Principio de No Repetirse sostiene que en principio de cada acción, obra y documento debe haber un original al que se haga referencia, al que nos refiramos, y en principio ninguna copia intermedia. Como mucho una copia del original por si éste desapareciera o se estropeara. (La referencia se realizaría principalmente por medio de redes informáticas. Tratándose de textos breves, no se generaría un tráfico excesivo.)

Finalidad de no repetirse:

• para ahorrar espacio de almacenamiento
• para permitir que el original pueda cambiar sin que se haga necesario sincronizar la copia

Uno evita repetir innecesariamente principalmente información lato sensu: datos, secuencias de órdenes, textos...

Tal principio se aplica especialmente en ciertos, como son:

• la informática: no ha de existir dos veces la misma secuencia de bits con el mismo significado
• el trabajo: no realizar tareas automatizables sino destinar el trabajo a construir máquinas sin mente que las realicen
• el cuerpo: no repetir continuamente el mismo movimiento, principalmente para evitar lesiones (no caminar por carretera, practicar deportes de equipo que fuercen a variar los movimientos, etc.)

Una repetición enfadosa con la que todo español está familiarizado es la de escribir o consignar nuestros datos personales en cada trámite público. Hace más de cuarenta años que se generalizó el ordenador personal en las oficinas, por tanto si digo que mi DNI es el *********, entonces huelga decir que mi nombre es tal, nací en tal fecha etc dado que se puede consultar y comprobar. Y sin embargo y a pesar del tiempo transcurrido, los administrativos del Estado nos exigen impunemente repetir por enésima vez lo obvio.

¿Estoy en contra de adquirir y guardar libros de papel y DVDés? En algunos casos está justificado mantener copias de originales. Es imposible leer en papel por referencia, en tinta electrónica sí. La película que queremos ver o grabación escuchar podría no estar disponible por streaming. En cuyo caso nos procuramos una copia intermedia...