Anglicismos: palabras y giros del inglés en otra lengua

Los anglicismos son palabras y usos tomados del inglés. Los anglicismos forman parte de los barbarismos, entre los que se cuentan los galicismos (del francés) y los cultismos (del latín y griego clásicos, principalmente, como por ejemplo imperium en lugar de poder).

En cada época ha habido una lengua dominante de la que se han tomado casi todos los barbarismos, salvo en el caso de la lengua dominante, por ejemplo actualmente el inglés, que no adopta barbarismos por mayor prestigio o superioridad cultural.


Se aprecian diversas clases o grados en los anglicismos, desde el más obvio al más sutil:

Algunos anglicismos se quedan en subculturas, normalmente jóvenes, y no trascienden: freaky, snob, groupy etc.

Otros anglicismos han penetrado en el lenguaje legal, como evidencia en lugar de pruebas. Sin duda los anglicismos son un fenómeno lingüístico muy difundido.

Aceptación de los anglicismos

Parece obvio que un anglicismo (o barbarismo en general) debe aceptarse si no existe un término equivalente en castellano, normalmente por tratarse de una tecnología reciente (Le han practicado un by-pass) o por provenir de universos culturales hasta ahora inexistentes (Hace yoga por la mañana).

La alternativa a este criterio más o menos conservador pero absolutamente factible y razonable es aceptar todo anglicismo según se vaya difundiendo.


Una cuestión importante por no decir grave es la de cómo pronunciar los anglicismos descarados. Pronunciamos /tramp/ o /tran/ cuando en realidad todos los dialectos del inglés distinguen entre trump y tramp. Hay normas sociales que deciden hasta qué punto debemos acercarnos al idioma original, como se echa de ver sobre todo en los anuncios.

Anglicismos gramaticales

Varias construcciones gramaticales o sintácticas:

La tríada fatídica:

Por último, se observa la implantación de una nueva estructura gramatical. Leemos o escuchamos Es por eso que vive en la otra edificación en lugar del más castizo: Es por eso por lo que vive en la otra edificación o, mejor aún, Por eso vive en la otra edificación

¡Está visto que a los españoles todo se nos pega menos la hermosura!

Causas de los anglicismos

Hablemos claro para que nos entiendan los demás, usemos los tecnolenguajes lo menos posible. Los anglicismos no nos molestan demasiado, pero hay palabras alternativas. Muchas veces se usan para presumir y porque quedan bien en la conversación, ha lamentado Muñoz Machado en la gala organizada con motivo de la IV Edición de los Premios Dircom Ramón del Corral 2021.

Las principales causas de los anglicismos:

Consecuencias de los anglicismos

El idioma castellano nunca ha sido latín puro. De hecho un castellano-hablante no entiende el latín a menos que lo haya estudiado a conciencia. Además las palabras y sus significados se establecen por convención. Por tanto debería dar igual que se metan anglicismos. No añade ni quita valor a un idioma.

No parece que la implantación de barbarismos nos impida comprender textos de épocas anteriores. Dichos textos podrían utilizar palabras aún en uso, aunque minoritario. Como mucho podrían impedirnos apreciar matices de significado, connotación y estilo.

Ahora bien, los hablantes y escribientes cultos de una época comparten convenciones sobre significados, matices y connotaciones de los términos. Por tanto el cambio lingüístico impide a los hablantes posteriores comprender y apreciar plenamente dichos textos. Desde la Edad Contemporánea no sabemos si el Quijote está bien escrito sin hacer antes un estudio filológico. La corrección y elegancia de un texto bien escrito hoy podría pasar desapercibida pocas décadas después.

¿Suponen los anglicismos una evolución de la lengua?

En mi opinión están justificados los anglicismos y en general barbarismos que se introducen en una lengua para poder traducir y expresar ideas y tecnologías que hasta entonces no existían.

Una lista inconclusa