Vivienda: aspectos turbio-legales

El derecho a la vivienda

Para entender el creciente debate público sobre la problemática de la vivienda y la exclusión residencial en España hay que considerar primeros algunos antecedentes:

Con el objetivo de dar respuesta a tales situaciones de exclusión, surgen como propuestas las siguientes actuaciones:

Especulación inmobiliaria

La especulación inmobiliaria vulnera el derecho a la vivienda.

La especulación inmobiliaria, un caso más de especulación, empieza con la recalificación de terrenos y contabilidades ocultas entre políticos y constructores. ¡En realidad estamos todos pringados! ¿Cómo es eso?

No debemos buscar la causa de los males en las altas esferas. Mirémonos a nosotros mismos. Quién más quién menos posee una vivienda, no se le ocurre mejor manera de ahorrar, y espera que se revalorice o recupere su valor.

Restringir el acceso a la vivienda

En realidad una vivienda, precisamente por ser un bien inmueble, está amenazada de grave desvalorización, y la sufrirá o sufriría, a menos que las fuerzas conservadoras intervengan drásticamente. En el momento en que hay más oferta que demanda, el precio de un bien tiende a cero, o mejor dicho al precio de transacción. Por eso es por lo que los propietarios en el fondo agradecen que los notarios y registradores encarezcan la compraventa y que el Estado cobre impuestos de transmisión. Peor aún, basta con que la oferta excesiva sea local, ya que precisamente por tratarse de un bien inmueble no se puede vender más que localmente.

Sin embargo, son los bienes muebles (máquinas, vehículos, herramientas etc.) los que en nuestra economía tan conservadora padecen las peores desvalorizaciones. El mundo al revés.

Podríamos vivir en casas o apartamentos mucho más pequeños, sencillos y baratos. Podríamos vivir en refugios y dormir en el campo casi todo el año. A cambio de ocupar un poco más de terreno, los muros de paja aislan tanto como los sintéticos y son ecológicos. La madera es un recurso renovable. Muchísima haya y pino se queman para caldear edificios mal aislados, en lugar de reformarlos o construir otros nuevos, lo que las autoridades obstaculizan o impiden.

Otro inconveniente de la vivienda cara es que a la hora de alquilarla el propietario exigirá avales o referencias por si se la destrozan. Un inquilino incapaz de proporcionar estas garantías podría no encontrar viviendas suficientemente malas.

Además, como la policía, los jueces y los gobernantes siguen la política de no acabar con la delincuencia popular, las continuas agresiones y robos que sufren los más desprotegidos, los pobres honrados no pueden vivir con tranquilidad ni los pobres sensatos pueden llevar una vida ordenada cuando en sus barrios reina la delincuencia y el desorden de horarios.

En segundo lugar, ya hay muchas viviendas vacías. Con la excusa de proteger a los inquilinos, se ponen condiciones inaceptables a los caseros, muchos de los cuales no se atreven a alquilar, con lo que el precio sube y acaban perdiendo los inquilinos y ganando los pocos caseros audaces.

En tercer lugar, cualquiera puede construirse una vivienda. Como mucho, sólo el tejado, si se pone mal, podría caerse sobre nuestras cabezas. Los ayuntamientos deberían revisar gratis los proyectos de autoconstrucción.

Arquitectos

Uno de los agentes del entramado que espero dilucidar es el arquitecto. El problema es que si la obligación de pagar a arquitectos, la regulación estatal de los estipendios y tasas, encarece la vivienda, el propietario cree, erróneamente a mi ver, que tanto los gastos de arquitecto como de notario y registrador se los va a poder cargar al comprador. Los paga pero ya los recuperará.

No hay nada que sepa un arquitecto, ninguna habilidad específica suya, que un lego no pueda aprender por su cuenta. La arquitectura es un conocimiento tecnológico accesible en todos sus aspectos a cualquier ciudadano. De hecho los arquitectos encargan los cálculos estructurales de las viviendas a otros especialistas. Arquitectura sólo significa conjunto de prejuicios sobre cómo ha de ser una vivienda.

¿Comprar o alquilar?

Esa es la pregunta que muchos jóvenes y no tan jóvenes se han hecho cuando llega el momento de emanciparse del hogar o cuando después de ahorrar durante años se preguntan qué hacer con el dinero. España es uno de los países europeos con mayor tendencia a la compra. Se trata de un aspecto cultural más extendido en los países del Sur y que tiende a pensar en términos de que el que alquila está tirando el dinero o que comprar es invertir, mientras que alquilar supone un gasto.

En nuestro caso, pensamos que la mayoría de creencias que se tienen sobre la compra no son ciertas y que el alquiler supone, en muchos casos, una opción mucho más rentable. Estas son algunas de las razones por las que pensamos que es mejor alquilar que comprar una vivienda: