El criterio de la intención

¿Cómo enfocamos a otras personas? ¿Cómo decidimos si confiar en ellas? De antaño las religiones, sobre todo la Cristiana, han aplicado el criterio de la intención.

Muchas veces juzgamos a otras personas por la ropa, por su belleza física, por su corrección al hablar, por sus modales en la mesa, por su formación académica. Pero para confiar en una persona e intentar ayudarla debemos aplicar el criterio de la atención. Incluso aunque hayan hecho algo malo en el pasado, no debemos traer su pasado al presente ni siquiera exigirles que pidan perdón sino asegurarnos que sus intenciones son buenas. En propio beneficio nuestro, si el noble no tiene en cuenta, no teniéndoselo en cuenta a los demás nos volvemos nobles.