Las preguntas las hago yo

La manera como se nos ofertan estas agrupaciones se parece al clásico la bolsa o la vida. El que posee el poder decide la estructura de la negociación, lo que a su vez condiciona el resultado. Está claro que quien hace las preguntas dirige la conversación por donde le conviene y con sus palabras acorrala al desaventajado.

Por eso los actuales conservadores recelan de toda forma de democracia participativa en la que perderían la prerrogativa de hacer ellos las preguntas, es decir que la población podría imponerse la estructura de Partidos, Cámaras y Cargos Oficiales. Pero si la Soberanía reside en el Pueblo, entonces es lícito que la Democracia sea principalmente Participativa, a menos que no reconozcamos que imponer una estructura no constituye una forma de dominación.